Cada
iglesia es un segundo hogar,
aveces
primero, verdad…
Es
triste, si alguien dolido se aparta;
no
siempre, en amor, lo van a buscar.
El
alejado queda navegando en recuerdos,
de
los que en muchos piensan.
Quizás
falta afecto, tiempo o perdón,
compañerismo,
o amistad verdadera.
Aunque
todos se alegran si regresa…
Mejor
no apartarse de la senda,
puede
no sequen las lágrimas,
y
solo el Maestro al encuentro vaya.
Jesús
a todos mira.
Mejor
no ser un caído,
al
caído ayudar,
y
no olvidarse de amar.
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