Reflexionemos hoy acerca del
ejército de David, de su oponente intimidante, el gigante Goliat y cómo David enfrenta
a ese gigante.
En el contexto de esta historia se observa la posición de dos grupos
enemigos uno frente al otro, ambos en montañas, en las cumbres y que para
pelear tendrían que bajar al valle que los separaba. El valle simbolizaba la crisis, pero también
era donde estaba la solución. ¡Tú
decides!, puedes ser un espectador para ver cómo y quién resolverá el problema
o puedes bajar al valle y enfrentarte al problema para poder vencerlo.
El ejército de Israel tenía miedo porque se habían fijado en la
apariencia del problema: un gigante del ejército filisteo, hombre de guerra,
con 3 metros de altura, con su armadura,
espada y jabalina, que desafiaba con sus palabras al ejército de Israel;
por cierto, Goliat no era el único gigante de ese ejército!(a). Con frecuencia
las palabras de nuestros enemigos o de los que representan nuestro problema
infunden temor en nosotros pero ¿Qué hacer? Hay que resolverlo.
Es de hacer notar que los ejércitos habían estado en posición de batalla
por 40 días (17:16), el gigante venía y desafiaba por la mañana y por la tarde
durante todo ese tiempo pero nadie quería hacerle frente a semejante problema,
ni siquiera Saúl, que según la Biblia, era más alto que los demás de los
hombros para arriba (9:2). El infundir
miedo es una fuerte estrategia que usa el enemigo para inmovilizarnos, tal como
estaba este pueblo (17:24).
Y así pasa el tiempo y nuestro problema sigue latente, incluso llega a
ser tan fuerte que ciega nuestro entendimiento y nos olvidamos que hay alguien
superior a nosotros que puede resolverlo, nos deprimimos y no vemos salida.
Requiere que tomemos en cuenta a Dios y pidamos que nos use para actuar según
sus estrategias y métodos.
También el ejército de Israel pudiera representar al Cuerpo de Cristo,
hay batallas donde alguno del cuerpo se habrá de enfrentar pero cuando haya
ganado una parte como lo hizo David venciendo a Goliat, todo el cuerpo deberá
también enfrentarse a la batalla y vencer los otros enemigos como lo hizo el
ejército de Israel quienes siguieron a los filisteos y les dieron muerte, si
bien algunos habían huido.
David enfrentó a Goliat, no en sus propias fuerzas, sino en la fuerza
del Todopoderoso Dios. Lo venció derribándolo al clavarle la piedra lanzada
justo en la frente, luego lo mató.
¿Qué decisión vas a tomar hoy con tu problema, deuda, miedo, separación,
contienda, depresión, adicción, rencor, enemistad, o algún otro que solo tú
sabes? ¡Todo lo puedes en Cristo que te fortalece!. ¡Enfrenta a tu gigante!
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